El 3 de diciembre, se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha instaurada por Naciones Unidas en 1992 para concienciar al planeta de la existencia de estos ciudadanos, más de mil millones en este momento.
En 2014, la jornada se celebra poniendo el acento en la tecnología, bajo el lema ‘Desarrollo sostenible: la promesa de tecnología’. Y es que, apunta la Organización de Naciones Unidas, las tecnologías de la información y de la comunicación, en particular, han impactado mucho en la vida cotidiana de las personas, pero no todas tienen acceso a ella y a los estándares de vida más elevados que permiten.
Desde esta perspectiva, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad de 2014 examinará esta cuestión en el contexto de la agenda para el desarrollo después de 2015.
Así, los representantes de los Estados miembros, el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el sector privado y otros agentes discutirán cómo los avances en la tecnología se pueden utilizar para mejorar la vida de las personas con discapacidad.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra cada 3 de diciembre en todo el mundo de acuerdo a la resolución 47/3 de la Asamblea General, adoptada el 14 de octubre de 1992, con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.
MIL MILLONES DE PERSONAS
Según el último informe mundial sobre discapacidad publicado por la OMS y el Banco Mundial, más de mil millones de personas viven en el planeta con alguna forma de discapacidad y de ellas, casi 200 millones tienen dificultades considerables en su funcionamiento diario.
En este sentido, las organizaciones internacionales alertan de que en los años futuros la discapacidad será un motivo de preocupación aún mayor, ya que todo hace prever que su prevalencia aumentará, debido al incremento también de la población mayor y de enfermedades crónicas como la diabetes, los problemas cardiovasculares, el cáncer o los trastornos mentales.
Sea como fuere, la realidad actual es que, en general, las personas con discapacidad tienen peor calidad de vida que el resto de los ciudadanos, ya que su acceso a la educación es menor y, como consecuencia, su inserción laboral también es más baja, lo que a su vez las condena a tener tasas de pobreza más altas que las personas sin discapacidad.
Por este motivo, las organizaciones que representan a estos ciudadanos aprovechan el Día Internacional de la Discapacidad para reivindicar sus derechos y solicitar medidas que abunden en la mejora de la calidad de vida de este colectivo.