Este año, La Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo de la celebración del Día Mundial del Donante, puso de manifiesto la necesidad de que en el año 2020 todos los países puedan obtener el cien por cien de los suministros de sangre aportados por donantes voluntarios de todo el mundo.
Y es que, cada día alrededor de 800 mujeres mueren durante el embarazo o por las complicaciones relacionadas con el parto. De hecho, el sangrado severo durante el parto y después del parto es una de las principales causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad a largo plazo que sufren muchas mujeres.
Casi todas estas muertes ocurren en países en desarrollo. Más de la mitad de ellos se producen en el África subsahariana y casi un tercio en Asia meridional. El riesgo de mortalidad materna es más alta para las adolescentes menores de 15 años de edad.
Actualmente, se producen 107 millones de donaciones de sangre al año. Asimismo, el organismo ha informado de que el 65 por ciento de las transfusiones de sangre que se producen en los países de bajos ingresos están destinadas a los niños menores de 5 años. No obstante,
Por ello, la OMS ha puesto en marcha la campaña ‘Sangre segura para salvar a las madres’ para concienciar a la población sobre la importancia que tiene la donación de sangre para prevenir las muertes maternas.
Así, ha solicitado a todos los países y socios nacionales e internacionales que realicen planes para potenciar entre los ciudadanos la transfusión de sangre y, por ende, poner en relieve la necesidad de tener un acceso a sangre segura y a productos sanguíneos, especialmente en aquellas zonas con altas tasas de mortalidad materna.
Las actividades pueden incluir actos conmemorativos, reuniones, publicación o difusión de casos relevantes en los medios de comunicación, conferencias científicas, publicación de artículos en revistas científicas nacionales, regionales e internacionales, así como otras actividades que ayuden a promover el Día Mundial del Donante de Sangre.
